El fallo en el Fregat no fue del software sino del sistema de alimentación

(infoespacial.com) París.- Un fallo en el sistema de alimentación de la fase superior Fregat-MT del cohete Soyuz fue probablemente la causa por la que los dos satélites europeos de navegación Galileo no alcanzaron su órbita prevista, según fuentes próximas a la comisión investigadora citadas por la prensa francesa.

Según el diario francés Le Monde, una tubería de combustible que contiene hidracina se congeló durante el lanzamiento desde la base europea de Kourou, situada en la Guayana Francesa. Esta tubería estaba demasiado cerca de otra por la que pasaba helio en estado líquido. Si hubieran estado más separadas, nada habría ocurrido.

Aunque la comisión investigadora se reunirá el próximo 7 de octubre para analizar el incidente, todo apunta ya a que no se trató de un fallo del software de navegación del Fregat, como se informó previamente, sino de una imprecisión en el diseño. Los investigadores han constatado, según Le Monde, que los planes de montaje no eran muy rigurosos.

Las dos plataformas, operadas por la Agencia Espacial Europea (ESA), debían ser los dos primeros satélites completamente operacionales en el sistema de navegación Galileo. Lanzadas por un cohete Soyuz, de fabricación rusa, los satélites deberían haber alcanzado una órbita circular a una altitud de 23.500 kilómetros, con una inclinación de 56 grados respecto al Ecuador. En su lugar, se colocaron en una órbita elíptica y una altura de 17.000 kilómetros. Está previsto que a finales de este año se lancen otros dos satélites más para que el sistema de posicionamiento Galileo –que ya cuenta con cuatro en el espacio- empiece a funcionar en 2015, con aplicaciones para smartphones y coches que incluyen localización de búsqueda y rescate. Para 2017, según el calendario, debería haber 24 satélites operativos. El Galileo, cuyo coste estimado alcanza los 5.400 millones de euros, ha sido diseñado para la Unión Europea como alternativa al sistema de  navegación por satélite del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) controlado por Estados Unidos.

Foto: ESA