El mercado Milsatcom está en un punto de inflexión

(infoespacial.com) Madrid.- Euroconsult, una consultora europea especializada en análisis de la industria especial, acaba de difundir un nuevo informe sobre el uso de las comunicaciones satélites militares (Milsatcom).

Según el documento, la utilización de satélites por el Departamento de Defensa de EEUU (DoD) ha crecido cinco veces en el periodo que va de 2000 a 2012. Además, el uso de banda ancha por cada soldado norteamericano ha aumentado más de un 150% en los últimos 10 años.

Los satélites comerciales suministran aproximadamente el 70% de la capacidad satelital que emplean los militares, según Euroconsult.

Además de los operadores, existe un completo ecosistema de proveedores de servicios para la industria militar, como fabricantes de antenas, constructores de satélites e integradores de sistemas. Sin embargo, Euroconsult estima que se necesita más investigación accesible para este sector, y ha pedido un plan a largo plazo para evaluar este mercado tan específico.

“Me gustaría mirar debajo de la capucha de este mercado para ver lo que realmente impulsa o limita la demanda de la capacidad satelital: los kilobytes, las horas de vuelo de aviones no tripulados, los días de navegación, e inventariar el equipamiento del usuario tan precisamente como las fuentes nos lo permitan”, dijo Stéphane Chenard, consultora senior asociada de Euroconsult y principal autora del informe. “Sentimos que el sector Milsatcom está en un punto de inflexión mientras toca a su fin una década de guerras; es hora de hacer balance y diseñar lo que puede ofrecer el futuro”, añadió.

En este contexto, según analistas y ex funcionarios del DoD, el sector de los lanzamientos espaciales militares norteamericanos está maduro para un cambio tras los agresivos pasos dados por dos compañías estadounidenses en las últimas dos semanas.

Las firmas comerciales SpaceX, Orbital Sciences y ATK examinan el mercado de lanzamientos militares desde hace años, un mercado dominado por la United Launch Alliance (ULA), una joint venture entre Boeing y Lockheed Martin que acaba de celebrar su lanzamiento número 100.

El primer movimiento agresivo se produjo el pasado 25 de abril cuando Elon Musk, CEO de SpaceX, anunció que iba a presentar una demanda judicial contra la Fuerza Aérea de EEUU (USAF) por su decisión de otorgar un contrato cerrado a ULA para 36 lanzamientos.

“Por regla general uno no demanda a su cliente, así que el hecho de que SpaceX haya elegido hacerlo me dice que creen que es un buen caso o han llegado a la conclusión de que si nunca van a entrar en el negocio, no tienen otra alternativa”, dijo Steve Grundman, experto del Consejo Atlántico.

“Creo que SpaceX está  buscando una solución de una forma o de otra que les dé un camino razonable para competir", declaró Jeff Bialos, ex subsecretario adjunto norteamericano para Defensa e Industria, citado por defensenews.com

Por otro lado, la USAF y la ULA van a tener que buscar la innovación de una forma u otra, después del mandamiento judicial emitido por una juez federal estadounidense que prohíbe a la joint venture comprar más motores RD-180 utilizados en los cohetes Atlas V de ULA.

El mandamiento judicial se basa en el hecho de que los RD-180 son contruidos por la empresa rusa Energomash, teóricamente bajo control del viceprimer ministro Dimitri Rogozin, uno de los ciudadanos rusos sancionados por el Gobierno de Estados Unidos como respuesta a la situación en Ucrania.

SpaceX no es el único interesado en esta competición. Orbital Sciences también persigue el mercado de los lanzamientos militares y acaba de dar un paso de gigante para conseguirlo al anunciar sus planes de fusión con ATK para crear una nueva empresa.

ATK es una de las 30 empresas de defensa más grandes del mundo, según la última lista de contratistas. La nueva organización, Orbital ATK, pondrá en conjunto los recursos de ambas compañías para captar el mercado de los lanzamientos militares.

Foto: ULA