Condenados a entenderse en el espacio
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Condenados a entenderse en el espacio

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Agencia France Presse.- Las tensiones en Ucrania podrían complicar la colaboración entre Rusia y Estados Unidos en el espacio pero la NASA y su homólogo ruso están condenados a entenderse, ya que en estos últimos años las dos agencias espaciales tejieron lazos de mutua dependencia.

La NASA, cuyos astronautas dependen exclusivamente de las naves rusas Soyuz para enviar a sus astronautas a la la Estación Espacial Internacional (ISS), se muestra tranquila. "No esperamos que la situación actual entre rusos y ucranianos tenga un impacto en nuestra larga cooperación con Rusia en lo espacial civil", afirma un portavoz Allard Beutel.

Pero todo dependerá de las reacciones del presidente ruso, Vladimir Putin, frente a las sanciones estadounidenses. Ahora bien, señala John Logsdon, miembro del consejo consultivo de la NASA, "por supuesto que tiene la capacidad" de detener el transporte de astronautas estadounidenses a la ISS.

Según él, el riesgo de que esto suceda es de "20% o 25%". Y si pasa sería "una catástrofe" porque sería "muy difícil seguir haciendo que la estación funcione", agrega.

Hasta ahora "los vínculos comerciales, militares y en materia de control de armas nucleares mantienen a los dos países juntos", destaca Howard McCurdy, un experto del espacio en la American University en Washington.

La agencia espacial rusa Roscomos le cobra a la NASA 70,7 millones de dólares por cada pasaje a la ISS, lo que incluye el entrenamiento en la Ciudad de las Estrellas, cerca de Moscú. Además, Washington financia 3.000 millones de dólares de los 4.000 millones por año que cuesta el funcionamiento de la estación.

Las relaciones espaciales ruso-estadounidenses "se parecen a las de una pareja divorciada tratando de vivir bajo el mismo techo", resume. "Es posible, pero difícil".

Allard Beutel, de la NASA, recuerda que este año la agencia espacial va a seleccionar empresas estadounidenses para transportar a sus astronautas a la ISS a partir de 2017. SpaceX, Boeing y Sierra Nevada son algunas de las opciones.

"Mientras tanto, la NASA y Roscosmos continuarán juntos para mantener el funcionamiento de la estación espacial ocupada por astronautas sin discontinuidad desde hace 13 años", añade Beutel.

"Hay una interdependencia entre Estados Unidos y Rusia" para el funcionamiento de la Estación Espacial, dice John Logsdon. "No creo que la estación pueda funcionar bien sin el centro de control estadounidense en Texas", explica a France Presse. "Los rusos entonces también necesitan de los estadounidenses pero capaz que no tanto como Estados Unidos precisa de Rusia".

Para él, esta situación "debería ser una señal de alarma" para el Congreso estadounidense que en estos últimos años redujo 25% el presupuesto de la NASA para financiar la asociación con el sector privado con el fin de desarrollar naves de transporte para la ISS antes de los próximos tres años. La NASA solicitó 848 millones de dólares para 2014.

"Desarrollar rápidamente una nave espacial estadounidense capaz de transportar astronautas a la ISS es crucial para poner fin a la dependencia de la Nasa con Rusia", insiste Spaceflight, la federación estadounidense que agrupa los vuelos privados espaciales.

El Pentágono examina las potenciales consecuencias de la crisis ucraniana en el aprovisionamiento de los motores de fabricación rusa RD-180 utilizados por el lanzador estadounidense Atlas V para poner en órbita satélites militares.

"No estamos enterados del impacto de las sanciones anunciadas por la administración sobre las compras limitadas del departamento de Defensa a empresas rusas", concluye a la agencia France Presse un responsable del Pentágono bajo condición de anonimato. "No es inminente una decisión importante al respecto y Estados Unidos dispone de dos años de stock para esos motores", agrega otro responsable.



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