Heriberto Saldivar es el director de Estrategia de la Agencia Espacial Europea (ESA). Hasta enero de 2022, fue director general y director técnico de Brinc, una aceleradora de capital riesgo. Allí, invirtió y asesoró a más de 130 empresas tecnológicas de más de 28 nacionalidades. Antes de Brinc, y mientras estudiaba su Licenciatura en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, trabajó en varios proyectos, incluyendo el desarrollo de un robot bípedo y un róver automatizado. Finalmente. se doctoró en la Universidad de Hong Kong.
¿Cuáles son los puntos más destacados de la estrategia 2040 que acaban de aprobar? ¿Cuáles han quedado fuera del borrador y por qué?
Tenemos cinco puntos, son cinco metas y objetivos. El primero es proteger nuestro planeta y nuestro clima; el segundo es la exploración y el descubrimiento; el tercero es fortalecer la autonomía y resiliencia europea; el cuarto es empoderar nuestra competitividad y lograr que tengamos un crecimiento y el quinto es inspirar a Europa. Diría que no creo que hayamos sacado nada; lo que hicimos fue integrar algunos puntos y consolidarlos, porque al final de cuentas lo que tenemos es una situación muy interesante en la agencia: Son 11 directorados y 23 países que son Estados miembros. No hay ninguna otra agencia en el mundo que tenga tanto alcance y obviamente lo que estamos tratando de hacer en esta estrategia es consolidar nuestra guía, nuestra Estrella Polar y eso nos ayuda a saber cómo vamos y las decisiones que tenemos que tomar. Queremos romper esa forma de pensar de 11 directorados y entonces nos enfocamos primero en Europa; vemos el espacio como algo que está imbuido en el día a día de la sociedad y también como lo que da beneficio a nuestros ciudadanos.
Empezamos a desarrollar los momentos que teníamos: uno era el clima y la sostenibilidad y entonces empezamos con algo muy fuerte; estamos viendo los problemas sociales que surgen a partir de los cambios climáticos, pero después dijimos: tenemos que proteger a nuestro planeta, o sea, tenemos asteroides que nos pueden atacar, llamaradas solares que pueden afectar a las comunicaciones, sobrepoblación de satélites en el espacio...
Creo que logramos integrar todo lo que queríamos, lo agrupamos en cinco metas que nos ayudan a dar un poco de más de visibilidad y la capacidad de enfocarnos también en ciertos objetivos. Por ejemplo, algo que hicimos expandir mucho fue lo de exploración y descubrimiento. Mucha gente pensaría que la exploración son los astronautas, la exploración espacial y la ciencia, es el Directorado de Ciencia, pero no, estamos enfocados también en ciencias planetarias, o sea, por ejemplo, en observación de la Tierra. Estamos tratando de mezclar todo porque nosotros vemos el espacio como algo transversal y queremos que se vuelva algo integral en la agencia.
¿Cuán importante es la sostenibilidad en el futuro de la Agencia, no solo en referencia a la basura espacial sino también a la propia sostenibilidad social y económica? ¿Qué metas se han fijado teniendo en cuenta que a finales de año va a haber una reunión en Bremen donde se va a poner el dinero sobre la mesa?
Eso es algo que los Estados miembros nos pidieron. Tiene que ser una estrategia robusta y a largo plazo. La manera en que nosotros vemos el Consejo Ministerial en Bremen son los pasos intermedios, puntos que nos ayudan a lograr objetivos. No vamos a invertir en todo este 2025. La idea es dar un poco más de visibilidad.
Con respecto a la sostenibilidad económica, estamos tratando de romper con el ciclo de que tenemos cada tres años que sacar dinero. Tenemos ciertos directorados que se enfocan en una visión un poco más a largo plazo, por ejemplo, el de Ciencias tiene la visión 2050, porque son programas que requieren mucho más tiempo con experimentos, lanzadores... Todo eso está considerado en la estrategia.
Sobre el clima, yo personalmente no hablo de cambio climático, sino de adaptación climática. El clima ya cambió, estamos en un momento en el que las cosas ya están moviéndose, por lo que no podemos pensar que vamos a detener el cambio climático, eso no se puede, entonces hay muchas cosas que se vuelven el efecto dominó. Hay un libro muy bueno que se llama La Guerra Tibia, que te explica que el cambio climático está afectando ciertas poblaciones, que crean desplazamientos, que causan problemas sociales. Estamos ante un efecto domino.
Tenemos que pensar en la situación que está atravesando la industria europea. Creo que es importante considerar que tenemos una industria muy fuerte. Cuando hablamos de navegación, tenemos los mejores sistemas del mundo, los mejores sistemas de observación de la Tierra, somos un partner muy fuerte en la Estación Espacial Internacional. Todo esto no lo podemos ignorar. Obviamente tenemos que adoptar ciertos puntos que no hemos logrado sacar adelante. Uno de ellos son los lanzadores, donde debemos mejorar.
La idea de esta estrategia es elevar lo que que tenemos porque hay muchas capacidades y tenemos que trabajar junto con nuestros Estados miembros y con la industria para desarrollar esas capacidades y no solo poner dinero. Europa es muy buena en lo que yo llamo ingeniería artesanal. Tenemos perfectamente bien entendido cómo hacer productos de calidad, pero cuando nos vamos a la parte más manufacturera, ahí fallamos. Tenemos que mejorar las capacidades de reindustrialización porque eso nos va a ayudar a producir más, a lograr capacidades que de momento tenemos, pero no en el nivel que necesitamos para ponernos en una situación mucho más estable.
¿Qué medidas están barajando para fomentar y mejorar la industrialización del sector espacial europea que parece muy fragmentado?
En Europa tenemos ciertas industrias fragmentadas, pero al mismo tiempo están trabajando juntas. Tenemos a los grandes integradores de sistemas que trabajan con otras empresas y todos se están consolidando y produciendo. Esa fragmentación no es mala. Fomenta la competencia.
Durante los últimos años nos han atacado mucho por el georetorno, pero este ha logrado que en Europa tengamos una capacidad tal vez fragmentada, pero un poco más homogénea comparada con otras regiones del mundo.
Y si te pones a pensar, la industria aeroespacial europea es una de las pocas de Europa que es completamente robusta.
¿Qué estamos haciendo? Quiero resaltar tres puntos. El primero fue la agenda 2025 donde hablamos de un concepto de transformación de la Agencia, ¿cómo podemos trabajar mejor, mejorar los procesos de contratos y de recursos humanos, ser más eficientes? Creo que eso era algo que necesitábamos. Estamos trabajando en ello y va a ser un proceso que no creo que vaya a parar porque el mundo se mueve tan rápido que va a ser algo que tiene que integrarse a nuestro ADN.
Segundo, estamos hablando de cómo integramos lo que es el New Space, cómo trabajamos con nuevas iniciativas. No es el Old Space que conocemos y lo hemos incentivado con la creación del Directorado de Comercialización, Industria y Competitvidad. También hemos lanzado el European Launchers Challenge. Estamos tratando de poner, ver y crecer para desarrollar.
Al mismo tiempo estamos integrando entre nosotros lo que llamamos una forma matriz para lograr una mejor eficiencia en cómo cerramos tecnologías, cómo trabajamos la transferencia de tecnología y cómo internamente muchas de nuestras capacidades no son duplicadas para permitirnos hablar el mismo lenguaje con nuestros socios.
Después de tantas críticas y haber oído incluso al director general Josef Aschbacher, ¿qué futuro tiene el georetorno? ¿Va a seguir?
El georetorno está, de hecho, definido en nuestra convención. Es parte de lo que ha hecho que Europa se eleve en el espacio. Es una herramienta muy útil y tenemos que evolucionar con esta nueva situación del mundo, pero no vamos a matar al georetorno. Muchos de nuestros Estados miembros dicen que nos ha ayudado a crecer; por ejemplo, tome el ejemplo de Polonia, hace 10 años llegó a la Agencia Espacial Europea y ahora es uno de los miembros que ha estado creciendo más.
Siempre he defendido el georetorno, no digo que sea perfecto, tienen que modificarse las cosas, estamos trabajando y hay todo un proceso.
¿Cuál es el papel, la importancia que tiene la formación en el futuro de la agencia, formación entendida como fomento de las carreras STEM?
Si estamos hablando del 2040, eso es en 15 años, la gente que está ahora en el liderazgo, o sea, muchos de los directores, de los managers, van a estar jubilados. Necesitamos que esta estrategia se cree con visión en el futuro. Es importante que las personas que son jóvenes vean esto como una oportunidad para crecer.
Y entonces, ¿cómo lo hacemos? Para empezar, cuando desarrollamos la estrategia 2040, incluimos, por ejemplo, al departamento de educación para que nos dieran inputs. También incluimos lo que llamamos Young ESA, que es la comunidad de jóvenes de la agencia, porque yo dije: esta es su estrategia, en el 2040 ustedes van a estar en los top management positions, necesitamos saber qué piensan de de todo esto.
Si Europa quiere mantenerse en una situación alta, necesitamos mostrarle a los jóvenes que hay un sueño, una capacidad, que pueden trabajar como astronautas, ingenieros, que pueden trabajar como mil y un cosas que desarrollan estas tecnologías. La meta cinco que se llama Inspirar Europa tiene mucho que ver con eso.
Y luego tenemos la meta cuatro, que se enfoca en incrementar el crecimiento y la competitividad de Europa. Y eso pasa por otros objetivos. Uno de ellos es desarrollar tecnologías, trabajando con universidades, aumentando las becas y los desarrollos que estamos haciendo. Otro es establecer Europa como un centro de investigación para atraer e investir en el talento STEM. Tenemos que inspirar a los jóvenes, darles la capacidad cuando están creciendo, darles oportunidades para educarse y después la oportunidad para trabajar. Esos son los pasos que tenemos que dar y están incluidos en la estrategia.
Hace poco el presidente Donald Trump presentó al Congreso de EEUU una fuerte reducción presupuestaria de la NASA que desgraciadamente puede tener efectos, por ejemplo, en el proyecto Gateway donde participa la ESA. En ese sentido, si esto se concretara, ¿van a continuar con esos proeyctos? Es decir, ¿qué van a hacer para que esa dependencia se solucione?
No puedo añadir nada a eso porque no estoy a cargo de la situación. Josef [Aschbacher] lanzó un artículo sobre ello. Lo que puedo decir es que la ESA se creó con el objetivo de la colaboración internacional, está dentro de nuestro ADN y estamos trabajando muy fuerte para validar nuestras relaciones con nuestros partners.
¿Qué proyectos potentes tiene la ESA para competir con los chinos o los rusos, es decir, para dar más autonomía a Europa?
Estamos trabajando en varias cosas. Eso es parte de la preparación de la [reunión] ministerial. Ahí está el documento Explore 2040. Estamos desarrollando capacidades, por ejemplo, en Orbit Servicing, que es algo que tal vez no es una estación espacial, pero da posibilidades de crecer; estamos desarrollando nuestra estrategia para llegar a la Luna con Argonaut... Con respecto a Gateway, mucha de su arquitectura ha sido creada en Europa. Estamos en una situación muy interesante y muy fuerte en ese sentido. Y al mismo tiempo estamos explorando cómo reforzar nuestra cooperación, trabajando con las empresas privadas de Estados Unidos, cómo podemos trabajar con Japón, India, Australia... Es una situación que está moviéndose y es tan dinámica... Vemos la oportunidad de ver qué podemos hacer y obviamente nuestra fortaleza es trabajar con nuestros partners.
¿Cómo ve la industria espacial española después de la creación de la Agencia Espacial Española y cómo ve su papel dentro del ecosistema europeo?
España tiene mucho potencial. Tenemos empresas españolas fuertes que están haciendo cosas, por ejemplo, en materia de seguridad, que están haciendo lanzadores, small service integrators, instrumentos. España tiene una capacidad muy grande de crecer. España está considerada, dependiendo del año y la situación, entre las top 5 de la agencia. La creación de la Agencia Espacial Española es una buena dirección. Quiere decir que España ve el sector no como un subsistema sino como una oportunidad para crecer. Eso es excelente, nosotros estamos contentos.
Una pregunta un poco más personal. ¿Por qué le eligieron?, ¿qué condiciones ha ofrecido para llegar al cargo de jefe de estrategia de la ESA?
Soy mitad francés, mitad mexicano. Llegué a Europa por mi madre. Tengo un Doctorado en Ingeniería Espacial y me enfoqué en reentrada de vehículos. Nunca me ha gustado nada más que la ciencia por la ciencia y siempre he pensado en el gran esquema de las cosas. Entré al mundo del venture capital, estuve en un fondo de inversión durante siete años y aprendí mucho de empresas. En mi portafolio tengo más de 130 compañías en las que he invertido, en las que estamos trabajando. Han sido compañías a nivel internacional, o sea, en India, China, Japón, Australia, Singapur, Bahrein, Dubai, Egipto, también en Europa. El mundo de los emprendedores es como los años de los perros. Un año de una persona equivale a siete de un perro. Me convertí en socio accionista de la empresa. Eso me dio una visión muy grande y dinámica. Siempre me ha apasionado el espacio y soy muy proactivo. Creo que eso ha sido algo que le gustó mucho a Josef. Se creó la plaza de jefe de Estrategia y me presenté sin saber todos los sistemas o procesos de la agencia. Le envié una lista de recomendaciones, casi un libro, con las cosas que había que cambiar, y muchas de ellas ya las había pensado él. Puse el dedo en la llaga y creo que eso le gustó.
¿Cuánto lleva en el puesto?
Este es mi cuarto año, empecé en febrero del 2022.