Aistech Space surgió como compañía en 2015. Como concepto e idea, reconoce su CEO y fundador, Carles Franquesa a infoespacial.com, nació en 2013, cuando Guillermo Valenzuela y él vieron que en Estados Unidos había dos empresas, Planet Labs, y Nano Satisfi, que ahora es Spire, que utilizaban la tecnología que había salido de la universidad californiana Cal Poly para democratizar el acceso al espacio. Franquesa se refiere a los CubeSats, estructuras satelitales modulares para albergar soluciones e instrumentos. Era el comienzo de la miniaturización del espacio.
Aprovechando que la Agencia Espacial Europea (ESA) había desembarcado en Barcelona con la primera ESA-BIC de España, se presentaron a esa iniciativa y fueron seleccionados. Los ESA-BIC son centros de incubación de negocios. Ahí brota el embrión de lo que hoy en día es Aistech Space. El entorno era muy distinto al actual, sobre todo por conocimiento. Ha pasado una década, pero los cambios son enormes.
“Me acuerdo de que hablábamos a la gente, manteníamos las primeras reuniones frente a los inversores, intentábamos explicar lo que queríamos hacer”, declara Franquesa. “Cuando decías que querías lanzar una constelación de satélites te miraban como si estuvieras está loco. No es que fuese una travesía del desierto, pero sí que fue un proceso de formación y de enseñanza en general de lo que era el sector New Space”, admite en una entrevista realizada en el marco de Feindef 2025, la feria española de Defensa y Seguridad recién clausurada en Madrid.
En ese momento, recuerda, estaba la Universidad de Vigo, la Universidad Politécnica de Cataluña con Fernando Aguado y Adriano Camps, respectivamente, estaban las grandes compañías como Hispasat, Hisdesat, Sener, GMV, Deimos, que trabajaban para el sector espacial tradicional. “Y luego algunos que empezamos a plantear cosas raras y distintas”.
Proceso duro
El proceso fue muy interesante y duro. Y toda esa comprensión de lo que suponía el entorno del New Space fue calando poco a poco en los proyectos, los mensajes y las aplicaciones que se podían empezar a hacer con esa nueva tecnología, dice. ¿Y ahora qué va a pasar? Franquesa ve “una confluencia entre el New Space y el Space tradicional”, porque “al final nosotros no podemos ni podremos sustituir las capacidades del espacio tradicional, de la industria tradicional”.
El CEO de Aistech habla de complementariedad entre el New Space y el Old Space, de añadir valor a las soluciones actuales. Su empresa, por ejemplo, ya es proveedora de la Agencia Espacial Europea (ESA) en el programa Copernicus Contributing Missions (CCM). Eso implica que con la tecnología y la constelación de satélites de Aistech Space están complementando los datos que genera el sistema, la constelación Copernicus con los Sentinel. “El New Space es un concepto de despliegue de la tecnología mucho más rápido, basado en prueba y error”, sintetiza.
Aistech se centra en monitorizar los cambios de temperatura sobre la superficie de la Tierra mediante imágenes térmicas de alta resolución con la meta de posicionarse como una compañía de referencia en este tipo de datos.
En este sentido, trabajan tres grandes sectores: agricultura, seguros, pero sobre todo seguridad y defensa. Por ejemplo, están trabajando con la Guardia Civil y con el Satcen, que tiene su sede en Madrid, en el marco de un contrato de la Comisión Europea para desarrollar un sistema que va a permitir monitorizar los movimientos no declarados en la zona del Estrecho de Gibraltar de barcos que quitan el transpondedor para no ser localizados.
Esta es una aplicación muy útil no solo para cualquier entorno marítimo, sino también al control y monitorización de activos e instalaciones críticas como centrales nucleares, estaciones de producción energética, refinerías. “Uno de los trabajos que hemos estado haciendo ha sido la monitorización de la planta nuclear de Zaporizhiya, en Ucrania. Esto ha surgido dentro del programa Security de Copernicus”
De momento, Aistech Space tiene tres satélites en órbita y en octubre, lanzarán un cuarto, de nueva generación; de cara a 2026 tienen previsto el despegue de seis plataformas más. La empresa lanzadora será SpaceX porque “ahora lamentablemente es la única opción”.
Trabajar al revés
Las plataformas que tienen hasta ahora en órbita son satélites 2U, es decir, CubeSats, los primeros que lanzaron, además de un 6U volando desde 2022. Los que despegarán en 2026 son satélites 8U, pero ya están contemplando la idea de una nueva plataforma, más grande y pesada, para albergar el telescopio de nueva generación. Ahora trabajan al revés. Inicialmente, cuando arrancaron, diseñaron un sistema que cupiera en una plataforma determinada. Ahora se fijan en la plataforma para que el sistema pueda ser correctamente operado.
La irrupción de nuevos actores europeos puede cambiar el actual ecosistema espacial, estima el entrevistado. “Esperemos que sí. No va a ser rápido, creo, lamentablemente. La industria espacial requiere sus tiempos. Aquí hay diferentes iniciativas, desde PLD Space, Orbex, Maia Space… ¿Cuál es la diferencia? En Estados Unidos las cosas funcionan y pasan muy rápido. Y hay un concepto distinto de aversión al riesgo y de disponibilidad de financiación de manera rápida, lo que te permite acelerar mucho estos productos. Yo espero que sí, que tengamos la capacidad de lanzar, de ser autónomos...”, sostiene Franquesa.
Aistech Space cerró en 2024 una ronda de inversión de cinco millones de euros y este año ya han arrancado la siguiente, con un objetivo de 30 millones de euros. “Estamos satisfechos de cómo está evolucionando de momento la ronda. No puedo confirmar ni comentar detalles, pero estamos satisfechos del interés mostrado por inversores nacionales e internacionales de ámbito europeo básicamente”, aclara.
La empresa tiene en nómina a 32 personas y espera cerrar el año con 50. Les han concedido dos programas del Plan Tecnológico Espacial (PTE), uno llamado Tritón, de análisis de estrés hídrico, y otro, el proyecto Ícaro, para la lucha contra incendios, ya muy enfocados al desarrollo de la siguiente generación del telescopio de observación de la Tierra. El PTE está gestionado por la Agencia Espacial Española (AEE).
Franquesa apuesta por la soberanía estratégica en Europa, por ejemplo, en el caso de la fabricación de lanzadores, uno de los grandes hándicaps de la industria espacial continental. “Creo que el enfoque estratégico es bueno, lo que necesitamos es darle más velocidad. ¿Cómo? Con la interacción entre compañías, usuarios finales, clientes, para entender muy bien sus requerimientos, para que la industria sea capaz también de plantear soluciones que no se han contemplado y ver de qué manera esas soluciones se adaptan, no a las necesidades de hoy, sino a las que se pueden necesitar mañana”, remarca a este medio de comunicación.
“En España estamos empezando a construir un entorno muy potente, pero si nos comparamos con Italia, Francia, el Reino Unido, ya no digo con Estados Unidos, todavía tenemos un tamaño pequeño”, admite y hace una referencia positiva a la reciente creación de la AEE, señalando que el siguiente paso “es asegurar que los engranajes entre los diferentes estamentos, organizaciones y instituciones a nivel nacional funcionan lo mejor posible”, temina diciendo eel responsable de Aistech Space.