La NASA reprende a China por no "compartir información" en la peligrosa reentrada de su cohete
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La NASA reprende a China por no "compartir información" en la peligrosa reentrada de su cohete

El cohete al final cayó en el mar al sureste de la ciudad filipina de Puerto Princesa en la isla de Palawan tras desintegrarse en su mayor parte
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El cohete 'Long March 5N' en uno de sus despegues. Foto: CASC
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El administrador de la NASA, Bill Nelson, ha criticado duramente a China tras la reentrada descontrolada el pasado fin de semana de la segunda etapa del cohete Rocket Long March 5N, con un peso de 22 toneladas. La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), advirtió que los restos podían caer sobre algún país europeo, entre los que se encontraba España. El cohete finalmente cayó en el mar al sureste de la ciudad filipina de Puerto Princesa en la isla de Palawan tras desintegrarse, en su mayor parte, en la atmósfera.

Nelson declaró, a través de Twitter, que "China no compartió información específica sobre la trayectoria cuando su Rocket  Long March 5N  cayó a la Tierra". Y recalcó: "Todas las naciones que realizan actividades espaciales deben seguir las mejores prácticas establecidas y hacer su parte para compartir este tipo de información con anticipación para permitir predicciones fiables del riesgo potencial de impacto de escombros, especialmente para vehículos pesados, como el Long March 5B". Y terminó añadiendo que este tipo de situaciones “conllevan un riesgo significativo de pérdida de vidas y propiedades".

Tras estas declaraciones, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, desmintió que no realizasen un seguimiento del proceso de reentrada del objeto y ha detallado que "China siempre ha buscado el uso pacífico del espacio de acuerdo con las leyes internacionales y la práctica habitual internacional".

Una reentrada descontrolada

El cohete fue uno de los objetos de mayor masa de los que han caído a la Tierra en la historia reciente, tal y como confirmó EASA en su boletín de seguridad. La Agencia aseguró que "el objeto tiene una masa estimada de entre 17 y 22 toneladas, lo que lo convierte en uno de los mayores restos que han reentrado en la atmósfera en los últimos años".

Las empresas del sector y las agencias espaciales suelen planificar una reentrada controlada para la primera y la segunda etapa de un lanzamiento. Los motores de estas etapas se encienden durante este proceso con el objetivo de dirigir los restos a un lugar seguro. La diferencia en este caso es que la Agencia Espacial China no incorporó esta pequeña propulsión en el desarrollo de la misión y dejó al azar la caída de la etapa central del cohete.



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