Luego de haber puesto en órbita su primer satélite espía, Malligyong-1, en noviembre pasado, después de dos intentos fallidos, Corea del Norte quiere lanzar tres más durante este año. Un movimiento más a la escalada de tensiones del régimen asiático con su eterno rival, Corea del Sur, país con el que ya descartan definitivamente la reunificación diplomática.
La información fue dada a conocer a través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, que defiende que "llegamos a poseer la propiedad de reconocimiento espacial" y que los lanzamientos de 2024 apunta a buscar "las medidas integrales de nivel estatal necesarias para dar un buen impulso al desarrollo en las ciencias y tecnologías espaciales".
En la misma línea, el propio líder norcoreano Kim Jong-un anunció dicho objetivo al cierre de una importante reunión plenaria de cinco días junto a su partido. De hecho, aunque no han revelado imágenes, el país asegura tener información satelital de instalaciones de Estados Unidos en San Diego y Japón, además del canal de Suez en Egipto.
Según reporta la agencia oficial norcoreana KCNA, Kim habría dado instrucciones al Ejército, la industria de municiones, las armas nucleares y los sectores de defensa civil de su país para acelerar los preparativos de guerra en respuesta a las "medidas de confrontación" de Estados Unidos.